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viernes, 12 de abril de 2013

Golpiza beisbolera


Zack Greinke, de los Dodgers, y Carlos Quentin, de los Padres, fueron los encargados de iniciar la trifulca



El pitcher de los Dodgers Zack Greinke se fracturó el jueves la clavícula izquierda en una riña con los Padres de San Diego que vació las bancas en el juego que ganó Los Angeles por 3-2.

Un cuadrangular del dominicano Juan Uribe como bateador emergente en la octava entrada puso adelante a los Dodgers en la pizarra, dos entradas después de que Greinke golpeó a Carlos Quentin en el hombro izquierdo con un lanzamiento.

Quentin comenzó a caminar hacia el montículo y pareció que Greinke dijo algo. El bateador de poder se abalanzó contra el ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en 2009. Ellos dejaron caer los hombros y chocaron, y Quentin derribó al lanzador al césped.

Quentin y Greinke terminaron debajo de una enorme multitud cuando los jugadores de ambos equipos se unieron a la riña.

Cuando finalmente fueron separados, Quentin fue sacado del terreno de juego por su compañero de equipo Mark Kotsay. Greinke caminó hacia el dugout de los Dodgers, con la playera desordenada después de que Quentin se la subió sobre la cabeza.

Al reanudarse el juego, el venezolano Alexi Amarista corrió como emergente por Quentin, avanzó en un wild pitch y anotó con sencillo del cubano Yonder Alonso para empatar la pizarra a 2-2.

Uribe bateó su cuadrangular por el jardín izquierdo en cuenta de 3-2 contra Luke Gregerson (1-1) con un out en el octavo episodio para dar a los Dodgers una ventaja de 3-2.

Por los Padres jugaron los venezolanos Amarista, con una carrera anotada; y Jesús Guzmán de 1-0.

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